miércoles, 22 de junio de 2016

Una boda en la playa

¿Te imaginas una boda en una playa de arena blanca y agua turquesa? Creemos que solo pasa en las películas, pero también sucede en la realidad. Y "La Casita de Calista" ha tenido la suerte de participar en una de ellas. 





Se trata de la boda de Piedi y Álvaro, una pareja encantadora con una historia de esas que parece fruto del destino. Piedi nos solicitó ayuda para las invitaciones, los protocolos de la ceremonia, los regalos para su mejor amiga y su futuro marido, y los detalles para los invitados. 

La boda se celebró en la playa de Zahara de los Atunes, en Cádiz.


LAS INVITACIONES

Respecto a las invitaciones de boda le habían gustado mucho unas que habíamos hecho para otra ceremonia, y que además resultaban totalmente acordes para su enlace. 

Los invitados recibieron en sus casas una botella con un mensaje en su interior, rodeado de arena de la playa. El mensaje era la invitación. 





LOS PROTOCOLOS DE LA CEREMONIA

Teníamos claro que había que jugar con los dos colores protagonistas del lugar, con el azul y el color arena. Teníamos que darle un toque rústico, tenía que ser consistente ya que al ser al aire libre no podíamos dejar un pergamino o tarjetón sobre las sillas ya que corríamos el riesgo de que salieran volando. 

Madera, arpillera, un bonito papel seda con incrustaciones de colores, y un lazo azul...y el resultado fue este: 






DETALLE PARA LOS INVITADOS

Para los invitados realizamos unos botes de cristal para degustar nubes con chocolate caliente.



Os dejamos con una foto que nos envió Piedi. Muchas gracias por hacernos partícipes de esta boda tan original. Esperamos encontrarnos para celebrar momentos igual de mágicos que este.



Una boda con olor a verano

Las bodas son atemporales, no tienen unos meses definidos, aunque es cierto que las de verano permiten ciertas cosas como los cócteles al aire libre o los adornos de exterior.

Junio llegó con la boda de Belén y Julio; una ceremonia preciosa, una celebración llena de detalles y unos novios que estaban radiantes. 

Os muestro algunos detalles de los que nos encargamos desde "La Casita de Calista":

El Protocolo de las mesas
Se eligió la cromática beige-blanco -que nunca falla- con el statice en diversos tonos:






Cestitas para el baño
Para el baño de chicas preparamos unas cestas con todo lo necesario para una larga noche: horquillas, toallitas frescas, imperdibles, tampax y compresas, pañuelos de papel, laca para el pelo...



Y para el arroz...
Para el arroz diseñamos unos originales botes que dejamos en una cesta a la salida de la Iglesia






Esperamos que os haya gustado! en el próximo post os enseñaremos otra boda con la que colaboramos muy intensamente, celebrada en la playa!





jueves, 31 de marzo de 2016

Un paseo por Cantabria

Esta Semana Santa aprovechamos para acercarnos a la vecina Cantabria, que guarda similitud con Asturias en cuanto al verde y las playas, pero que difiere totalmente en el estilo de las casas.
En este post os dejo algunas recomendaciones en cuanto a visitas, lugares que no hay que perderse y algún que otro sitio para comer. 

Iniciamos la ruta desde Colombres, aún en Asturias, y Pueblo Ejemplar del pasado año. Allí visitamos el Archivo de Indianos, un museo dedicado a la emigración que sin duda merece la pena una parada. Un recorrido por la vida de un emigrante, desde que parte de su tierra hasta que llega a Cuba, Tampa o Méjico. Interesante el contenido y sobre todo digna de admirar la casa, mejor conservada en su interior, con un magnífico patio central y tres pisos con corredor. 




Una vez visitado el museo, merece la pena dar un paseo por Colombres y contemplar otras casas indianas además de pequeñas urbanizaciones de veraneo perfectamente integradas en la estética del pueblo. 

La siguiente parada fue Oyambre. Desde San Vicente de la Barquera hay que seguir el letrero de "playa de Oyambre". El recorrido es precioso, por una carretera al borde del mar y con las verdes extensiones del Parque natural de Oyambre y las dunas de la ría de San Vicente. Se extiende desde San Vicente de la Barquera hasta Comillas y sus playas son el paraíso de los surferos.




Comillas nos recibe con su imponente Universidad Pontificia, sus casas de estilo lebaniego, sus calles empedradas y el sello de Antoni Gaudí en "El Capricho", uno de los pocos trabajos que el artista realizó fuera de Barcelona y quizás el primero tras su salida de la universidad de arquitectura. 
Recomiendo sin dudarlo la visita guiada al Capricho. Hace años que había ido y esta vez cogimos visita y no tiene nada que ver. Las explicaciones del sistema de contraventanas ideado por el genial arquitecto, el porqué de los girasoles en toda la fachada, el misterio de la música presente en la casa, los bancos exteriores convertidos en palcos...¡haced la visita y entenderéis todo esto!



Comillas siempre se caracterizó por los anticuarios y las tiendas de decoración y no defrauda. Merece la pena acercarse también a la playa y dar un paseo por la zona del puerto hasta el faro





A la vuelta y recordando un restaurante mejicano que habíamos visto en Colombres reservamos para probarlo. Primero un aperitivo en un antiguo bar del pueblo situado frente a la plaza mayor y después comida en "El mejicano". Esta muy cerca de la plaza mayor y en su fachada ondea una enorme bandera de mejico. Los platos son riquísimos, con auténticos sabores de Mejico y un precio muy ajustado. Recomiendo los nachos con guacamole y el surtido de tacos. 







miércoles, 27 de enero de 2016

La Silla Eames tiene historia






Hoy os quiero hablar de una silla con historia. Todo comenzó buscando una para el cuarto de estudio de casa, empezamos a mirar por internet y dije “ésta!”. Una silla funcional, bonita, con la combinación de blanco y madera que me encanta en la decoración, y una silla que veía tanto en un estudio, como en una habitación, un comedor o una cocina.

 

Lo que no sabía era que había comprado una silla con historia.





 
La Silla Eames fue diseñada por Charles y Ray Eames, y lanzada al mercado después de realizar muchos prototipos en papel maché.

 

Charles Eames estudió arquitectura Washington y comenzó trabajando como delineante en el estudio de arquitectura Trueblood & Graf. Sus viajes a Europa le ofrecieron la posibilidad de conocer la obra de arquitectos del movimiento moderno como Le Corbusier. En 1930, abrió con dos compañeros un estudio de arquitectura pero terminó cerrando cuatro años después debido a la falta de encargos por la Gran Depresión.

 

Fue nombrado profesor de diseño y jefe del departamento de diseño industria de Cranbook, donde un otoño asistió una nueva estudiante de pintura, Ray Kaiser.

Al cabo de un año, Eames y Ray Kaiser contrajeron matrimonio en Chicago. Se instalaron en California y Charles comenzó a trabajar como escenógrafo para MGM.

 

Juntos, se presentaron a un concurso de diseño de muebles organizado por el MOMA de Nueva York. Sus revolucionarias sillas en fibra de vidrio ganaron el primer premio. Su concepto, una estructura sencilla, capaz de soportar diferentes variaciones la convirtieron en un mueble universal y muy influyente en el diseño del siglo XX.


Al comprobarse el riesgo ambiental que suponía la producción de fibra de vidrio, se suspendió la producción hasta que se encontró un material más adecuado: el polipropileno, que es 100% reciclable. Hoy, hay varios colores disponibles para la carcasa, además de poder elegir entre madera o metal para las patas.




Una silla, la Eames, que se adapta a la forma del cuerpo y que actualmente comercializa Vitra en Europa y Herman Miller en América.


martes, 12 de enero de 2016

Refugios de montaña

El invierno es la temporada del esquí, pero además del deporte también se puede disfrutar de todos los equipamientos que rodean a las estaciones: hoteles, restaurantes, refugios de montaña...

El estilo nórdico contemporáneo con la madera, las mantas, las chimeneas y las grandes cristaleras que ofrecen espectaculares vistas del entorno son los básicos de los alojamientos y restaurantes.

Os dejo unas fotos de algunos sitios que nos llaman con solo mirarlos: