Después de unos días de descanso,
el blog vuelve con un montón de lugares, rincones y cosas interesantes para
mostraros.
El post de hoy habla de un lugar en
el que el presente y el pasado se dan la mano, un sitio en el que sientes que
estás pisando la historia y en el que sabes que se tomaron decisiones que
hicieron cambiar el rumbo del mundo.
Se trata de Hyannis, una pequeña
localidad en la increíble península de Cape Cod, a medio camino entre Boston y
Nueva York.
Hyannis fue el lugar elegido por
los Kennedy para convertirse en el retiro perfecto de su numerosa familia, un
refugio que nos dejó para la posteridad las imágenes más distendidas del presidente
más carismático de los EEUU.
Pasear por la playa, navegar en el
velero, comer en familia, jugar con los niños…son momentos que la playa de
Hyannis guarda en el recuerdo y que parecen volver cuando se pisa la arena, se
mira al mar o se contempla la preciosa mansión en primera línea que acogió a la
familia desde 1928.
Hoy es un complejo privado “Kennedy
Compound” al que no se puede acceder, pero que se puede contemplar.
En su día fue el lugar de veraneo
de Kennedy y su familia, aunque también fue un refugio para Jacqueline y sus
cuñados en 1963 después del asesinato de JFK. La mansión fue hogar para tiempos
felices y de dolor. Allí se dieron cita grandes acontecimientos como la boda de
Carolinne Kennedy y se vivieron los momentos de duelo posteriores al accidente
aéreo en el que perdió la vida John-John en julio de 1999.
Hace unos días, paseando por la
playa, contemplando la casa, acercándonos al mar desde el embarcadero y caminando
por la orilla, sentimos sin duda el peso de la historia y la sensación de que
años atrás las huellas que quedaban en la arena no eran las nuestras, eran de
otros…
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